informacion para el paciente
 
CRISIS DE ASMA
 
 
Durante un ataque de asma, los músculos lisos que se localizan en los bronquiolos del pulmón se contraen y reducen el flujo de aire en las vías aéreas. La cantidad del flujo de aire puede disminuirse aún más por la inflamación o el exceso de secreción mucosa. Es decir que durante un episodio aumenta la producción de moco, hay edéma y espasmo de los bronquios y los bronquiolos. Estos trastornos producen obstrucciones de la entrada y la salida del aire a los pulmones y se manifiesta en dificultad respiratoria.
Después que desaparece el episodio de asma la función del pulmón suele volver a lo normal, pero continuos episodios pueden producir daño a los pulmones. Por eso son importantes el control y la prevención.

Los médicos no saben a ciencia cierta cómo uno adquiere el asma. Pero sí saben que una vez que la tiene, sus pulmones reaccionan a cosas que pueden dar lugar a un ataque de asma. Por ejemplo, cuando usted es asmático, un simple catarro (o alguna otra clase de infección respiratoria) podría provocarle un ataque de asma o podría sufrir un ataque cuando respira algo que agrede sus pulmones (tal como humo de cigarrillos, polvo o plumas).



Cuando esto ocurre, tres cambios tienen lugar en sus pulmones:
  Las células de sus vías respiratorias segregan más moco de lo normal. Este moco es muy espeso y pegajoso, y tiende a obstruir las vías. Las vías respiratorias tienden a inflamarse, de la misma manera que la piel se inflama cuando se hace una herida. Los músculos de las vías respiratorias se contraen ( broncoconstricción).
  Estos cambios causan el estrechamiento de las vías respiratorias, lo cual dificulta la respiración.
  Un ataque de asma puede comenzar de repente, o puede tomar un largo tiempo, días incluso, para desarrollarse. Los ataques pueden ser graves, moderados o leves.
 
Ataque de Asma Grave

Cuando estos ataques ocurren, a usted puede faltarle el aire. En la medida en que usted es menos capaz de respirar, puede tener dificultad para hablar. Los músculos del cuello pueden llegar a estar tan tensos como su respiración. Los labios y las uñas de las manos pueden presentar un tinte azulado Y podría hundírsele la piel que envuelve las costillas del pecho.

Debe tenerse siempre un esquema de que hacer ante estas circunstancias, provisto por su médico (manejo de la crisis). Este esquema debe ser aplicado en el comienzo de los ataques, cuando este es leve o moderado, en el caso de un ataque grave debe recurrir sin demoras a un Centro Asistencial por que tiene necesidad de administración de Oxígeno.

 
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